No nos podemos quedar en al casa con una de ellas desvestida. La mitad de una pintura es ella misma; la otra es al que quiere ser comprendida para que así nos quedemos en la cama con ambas desvestida. Pasearse por estas pinturas de Benmayor es caerse para todos lados. Ponlas como las pongas. Tu cáscara osea desaparecerá. ¿Misteriosas? Sí por lo tanto, atrayentes y a su vez retrayentes.
No sé si este Samy se saca los ojos y los refriega sobre la tela para sacarle partido al tono. Mysterium Tremendum. Telas que pueden “penetrar con suave flujo en el ánimo” o como un sentimiento arrollador que de pronto explota en el espíritu.
Numinosa es la pintura. Con actitud ritual y procedimientos extraños, este pintor gusta apoderarse del majestuoso orden del cosmos. Y el objeto pintura está ahí amenazante y es una “fuente de peligro”. ¿Quién se atreve?
Omar Gatica
Entiendo la pintura. Ósea mi pintura. Como un juego constructivo. Construcción de un orden que tiene sus leyes sólo al interior de sí.
El proceso mental que esto involucra es lo que me apasiona. La toma de decisiones, que la mayor parte de las veces llevan al fracaso total. Y cuando éste es absoluto y no hay salida al corazón participa… perderlo todo es la única alternativa. A veces resulta, otras veces no.
Misteriosa como nada, como nadie. Lo otro puede buscar un punto en el espacio de la superficie que esté como para volcar cariño o amor si se prefiere.